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Reflejando de cerca el mandato histórico de California, la administración Biden propuso hoy nuevos estándares de emisión de gases de efecto invernadero que aumentarán las ventas de automóviles y camiones eléctricos en todo el país.

Si se promulgan, los estándares propuestos por la Agencia de Protección Ambiental estarían entre las medidas más estrictas y agresivas que la agencia federal jamás haya tomado para reducir la contaminación del tubo de escape que calienta el planeta, limpiar el aire sucio y abordar el cambio climático. 

“Hemos restablecido a Estados Unidos como líder en el futuro del transporte limpio”, dijo el martes Ali Zaidi, asesor climático nacional adjunto del presidente Joe Biden. “Este es un momento de transformación”. 

La regulación propuesta llega casi ocho meses después de que California estableciera sus propios estándares más agresivos que exigen la venta de autos eléctricos. 

A diferencia del mandato de California, las normas de la EPA no exigirían que los vehículos de cero emisiones representen un porcentaje de las ventas. Más bien, la flota total que vende un fabricante de automóviles cada año tendría que cumplir con un estándar general de emisiones, obligándolos a producir suficientes vehículos eléctricos para evitar superarlo.

Los funcionarios de la EPA calculan que su propuesta requeriría que entre el 54% y el 60% de las ventas de los modelos 2030 y el 67% de los modelos 2032 sean de cero emisiones. En comparación, el mandato de California, adoptado en agosto pasado por la Junta de Recursos del Aire, exige que el 35% de los automóviles nuevos vendidos en California en 2026 sean de cero emisiones, aumentando al 68% en 2030, hasta llegar al 100% en 2035.

Alrededor del 19% de los autos nuevos vendidos en California el año pasado fueron de cero emisiones.

“La Junta de Recursos del Aire de California espera brindar comentarios sobre la propuesta y trabajar con la EPA de los EE.UU. para finalizar las reglas más estrictas posibles mientras allanamos el camino juntos para el progreso continuo en nuestros esfuerzos para mejorar la calidad del aire y reducir los impactos del cambio climático en California y más allá”, dijo la presidenta de la junta aérea, Liane Randolph, en un comunicado.

California ha limpiado agresivamente los gases de escape de automóviles y camiones con sus propios estándares de emisiones durante más de medio siglo, y ha estado a la vanguardia en los últimos años en la electrificación de automóviles.

Los nuevos estándares de la EPA no tendrían efecto en las ventas de automóviles de California, ya que el estado tiene la autoridad bajo la Ley Federal de Aire Limpio de 1970 para promulgar sus propios estándares de emisión debido a su severa contaminación del aire. Al menos 17 estados se han comprometido a promulgar las normas de California en lugar de las de la EPA. Pero una norma nacional ayudará a limpiar el aire de California y reducirá los gases de efecto invernadero al regular las emisiones de los automóviles comprados en otros estados.

La industria automotriz ya se está moviendo para cumplir con los requisitos de California mediante la producción de más vehículos eléctricos. General Motors, por ejemplo, ya se había comprometido a ser completamente eléctrico para 2035 .

Pero los fabricantes de automóviles dicen que están siendo presionados demasiado rápido para adherirse a estos nuevos y radicales mandatos. 

“Los vehículos están en producción y los fabricantes de automóviles se han comprometido a hacer este cambio”, dijo John Bozzella, presidente y director ejecutivo  de Alliance for Automotive Innovation, que representa a la industria automotriz. “La pregunta no es si se puede hacer, sino qué tan rápido se puede hacer y qué tan rápido dependerá casi exclusivamente de tener las políticas y las condiciones de mercado correctas para lograr el objetivo compartido de un futuro automotriz con cero emisiones netas de carbono”.

La disponibilidad de carga y el acceso a minerales críticos para las baterías plantean serias dudas sobre la capacidad de cumplir con los requisitos, dijo Bozella.

California enfrenta una tarea abrumadora para electrificar todos los automóviles debido a los costos comparativamente altos, las instalaciones de carga inadecuadas y otros obstáculos para los residentes de bajos ingresos. Un análisis de CalMatters muestra que las comunidades con residentes en su mayoría blancos y asiáticos,  con educación universitaria y de altos ingresos tienen las concentraciones más altas de autos eléctricos del estado. Y la mayoría se concentra en las ciudades de Silicon Valley y las áreas costeras prósperas de los condados de Los Ángeles y Orange.

En marcado contraste, los códigos postales de California con los mayores porcentajes de residentes latinos y afroanericanos tienen proporciones extremadamente bajas de autos eléctricos. En los 20 códigos postales de California donde los latinos representan más del 95% de la población, incluidas partes de los condados de Kings, Tulare, Fresno, Riverside e Imperial, entre cero y el 1% de los automóviles son eléctricos. Y 17 de las 20 comunidades con mayor porcentaje de afroamericanos tienen entre cero y 2.6% de autos eléctricos. También se han planteado preocupaciones sobre si la red eléctrica de California puede manejar la aceleración de los autos eléctricos y evitar apagones. A pesar de que se esperan 12.5 millones de autos eléctricos para 2035, los funcionarios de California insisten en que la red puede proporcionar suficiente electricidad. Pero eso se basa en múltiples suposiciones, incluida la construcción de energía solar y eólica a casi cinco veces el ritmo de la última década, que pueden no ser realista.

El  precio promedio de un automóvil eléctrico a partir de febrero  fue de $58,385, aproximadamente $9,600 más que el automóvil promedio, aunque bajó de  alrededor de $65,000 el año pasado. Los autos completamente eléctricos de gama baja  cuestan alrededor de $27,500. 

Los camiones medianos y pesados ​​también estarían regulados por las nuevas normas de la EPA. Los límites para los camiones de servicio mediano requerirían que aproximadamente el 46 % de los nuevos modelos 2032 vendidos en todo el país sean de cero emisiones. California también propone aumentar la electrificación de camiones medianos y pesados ​​según un plan que se presentará ante la junta del aire a finales de este mes.

Las reglas propuestas por la EPA se basan en los estándares federales existentes para los años modelo 2023 a 2026.

En los últimos ocho años, los fabricantes de automóviles han invertido más de $120 mil millones en la producción de vehículos eléctricos y plantas de fabricación de baterías en los EE.UU., según un informe del Environmental Defense Fund publicado en marzo. Los dólares federales han ayudado en gran medida a financiar estas inversiones: al menos el 42% se ha realizado en los últimos seis meses debido a los incentivos de la Ley de Reducción de la Inflación. 

“Ya hemos visto que el mercado se mueve de manera realmente poderosa en respuesta a los incentivos que se incluyen en la Ley de Reducción de la Inflación, en respuesta al liderazgo de California y los cambios en la demanda de los consumidores”, dijo Peter Zalzal, vicepresidente asociado de estrategias de aire limpio en el Fondo de Defensa Ambiental. “Esta es una oportunidad para construir a partir del liderazgo de California y garantizar que las comunidades de todo el país se beneficien de soluciones de cero emisiones en términos de beneficios para la salud y la calidad del aire”. 

Matt Peterson, director ejecutivo de Los Angeles Cleantech Incubator, un grupo empresarial que está trabajando para lograr que el 80% de los autos vendidos en el condado de Los Ángeles sean eléctricos para 2028, dijo que su esfuerzo “ahora recibe un gran impulso gracias a las nuevas reglas de la EPA”.

Las reglas propuestas se extienden más allá del objetivo de Biden de que la mitad de todas las ventas de vehículos nuevos sean eléctricos para 2030, dijo Zaidi.

Hasta 2055, los funcionarios federales estiman que los estándares propuestos podrían eliminar alrededor de 10 mil millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono que se arrojan a la atmósfera, lo que equivale a más del doble de las emisiones totales de carbono de la nación en 2022. 

“En todos los rincones de este país, los estadounidenses están viendo y sintiendo los impactos (del cambio climático) de cerca”, dijo el administrador de la EPA, Michael Regan. “Los riesgos no podrían ser mayores. Debemos seguir actuando con prisa y ambición para enfrentar la crisis climática”.

La EPA aceptará comentarios públicos sobre su propuesta durante 60 días y luego emitirá su regulación final.

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